En bici: ruta para flâneurs o vagabundos

  • Fecha: sábado, 5 de abril del 2025
  • Hora: 10.30 h
  • Lugar de cita: estación de cercanías de Fuencarral

La idea de este paseo es la de tratar de aprehesar la esencia, el alma, de aquellos flâneurs que deambulaban por los paisajes de las ciudades y sus entornos más próximos, no como ahora cualquier turista al uso, sino como la de aquellos exploradores natos que descubrían caminos jamas hollados, sin información, ni rutas establecidas; personas que se perdían y descubrían la ciudad o, sus entornos, sin ninguna referencia, nada más que dejandose llevar por sus sensaciones. Desde ese concepto, no importan los lugares más emblemáticos sino el perderse para volverse a encontrar y disfrutar del enclave desde un punto de vista hedonista.

El término flâneur (/flɑnœʀ/) procede del francés, y significa ‘paseante’ o ‘callejero’. La palabra flânerie, se refiere por tanto, a la actividad propia del flâneur, que era vagar por las calles, callejear sin rumbo, sin objetivo, abierto a todas las vicisitudes y las impresiones que le salen al paso.

La figura del flâneur es una tradición que a lo largo de los siglos ha traspasado la literatura para ocupar también obras de arte, proyectos cinematográficos, propuestas estilísticas e incluso ha servido para que algunas personas lo tomen como un estilo de vida propio a imitar y seguir.

Se podría decir que uno de los padres que hizo de este término toda una revolución fue Charles Baudelaire al incluirlo, definirlo y escenificarlo en sus trabajos literarios. Posteriormente Walter Benjamin también reflexiona sobre esta figura francesa a partir de la obra de Baudelaire, al hablar del moderno espectador urbano pero más como una crítica al capitalismo y a la sociedad de consumo imperante en aquella época.

Un flâneur es mucho más que una persona que se dedica al arte de pasear, es toda una filosofía y actitud ante la vida. Imagina a un persona, antiguamente escenificado por la figura de un hombre -aunque también se puede y se debe trasladar a las mujeres- que camina sin rumbo fijo por la ciudad como un espectador sin llamar la atención, sin interactuar con nadie. Es tal su (no) implicación en todo lo ocurre en sus calles que al final pasa a formar parte de la misma, como si fueran solo uno, pasando totalmente desapercibido ante los ojos del resto de viandantes.

Como por algún espacio físico hay que empezar a vagabundear he elegido la estación de cercanías de Fuencarral, saldremos tomando el carril-bici hasta la pasarela frente a la Academia de Policía y desde ahí pasaremos al otro lado de la M-607 por Valdelatas, ya por pistas dirigiéndonos a la tapia que limita el Monte del Pardo por su cara sur y tomaremos orientación oeste camino del río Manzanares, senda Real hacia Casa de Campo.

¿Por dónde? esa es la cuestión, jejeje.

Como ya sabéis cada persona es responsable del cumplimiento de las normas de circulación, y es responsable de sí misma en todo momento y debe traer la bicicleta en buen estado, algo de comida y bebida para el camino.

Para más detalles contactar con Carlos Gamo: carlosgamomorales@gmail.com

Fotos de la ruta