Evolución del uso de la bici y de los accidentes con ciclistas implicados en Madrid ciudad.

SINIESTRABILIDAD CICLISTA EN MADRID

De acuerdo a los datos aportados por el Ayuntamiento de Madrid, se desprende una progresión favorable en la tasa de accidentabilidad ciclista entre los años 2015-2017, en un contexto de ligero aumento de los desplazamientos en bicicleta. Por no disponer aun de los datos completos del 2017 se toma como referencia el período de 1 de enero al 30 de junio. En la tabla del 2017, por tanto, no aparece reflejado el trágico accidente mortal de julio.

Este descenso de accidentalidad se refleja también en el número total de heridos.

Sigue siendo la colisión el tipo de accidente más común y el que genera más número de víctimas.

Y por tipo de vía son las vías exclusivas la que menos accidentalidad registra (14 %), seguidas de las vías acondicionadas (22 %) y vías sin facilidades (64 %).

Por distritos, destacan los distritos céntricos frente a los periféricos, claramente por el mayor uso de la bici de unos, sobre otros.

EVOLUCIÓN DEL USO DE LA BICI EN MADRID

Sobre los aforos, se desprende una ligera subida de 0,6 % en los desplazamientos en bici con respecto a 2016, una subida de la moto de 1,2 % y una bajada del resto de 1,4 %.

Y sorprende un descenso del uso de la bici en vías de la importancia de: San Bernardo (-1 %), Princesa (-0,3  %), Ronda de Valencia (-0,3 %), Menéndez Pelayo (-0,6 %), Bravo Murillo (-0,2 %), Embajadores (-0,9 %) o el Paseo de la Castellana (-1 %), quedando esta última en un 0,0 %.

… al tiempo que una subida en Gran Vía (0,3 %), Génova (0,1 %), Paseo del Prado (0,6 %), José Abascal (1 %), Raimundo Fdez. Villaverde (1 %), Doctor Esquerdo (0,3 %), Santa María de la Cabeza (1 %) y Bravo Murillo (0,1 %).

Es muy probable que este ligero ascenso del uso de la bici se deba principalmente a la mejora del servicio de BiciMad.

Queda pendiente por saber el efecto de las nuevas infraestructuras creadas en este año. Suponemos que en los próximos meses tendremos noticia de ello.

VALORACIÓN DE PEDALIBRE

Valoramos como moderadamente positivos estos datos, en tanto que apuntan a una reducción de la siniestralidad en un contexto de crecimiento del uso de la bici. Se intuye lo que tantas estadísticas corroboran de que, a más ciclistas, más seguridad. Sabemos de la recuperación que ha experimentado el servicio de Bicimad y el mayor número de sus desplazamientos, lo que, con toda seguridad, ha contribuido de forma determinante a esta subida.

No obstante, el tímido crecimiento que experimenta la bicicleta en términos totales en el interior de la M-30 y el descenso en muchas calles y avenidas estructurantes de la ciudad, requiere que la apuesta por la bici deba ser mayor de lo que es actualmente. Bien es cierto que está por ver el efecto de las últimas infraestructuras ciclistas. Mucho nos tememos que, si no son completadas con otras tantas, no vamos a ver un verdadero, claro y contundente vuelco en el reparto modal a favor de la bicicleta. Infraestructuras de uso exclusivo (carriles para bicicletas, entre otras) que aporten la necesaria conectividad, seguridad, comodidad y atractivo para que entre todas configuren una verdadera red ciclista, junto con una política de contención de la velocidad e intensidad del tráfico motorizado, son claves para el éxito.

Por otro lado, vemos con cierta preocupación el aumento del uso de la moto. Recordamos que es un vehículo exento de restricciones en el acceso a las Áreas de Prioridad Peatonal y en los episodios de alta contaminación. Además, puede hacer uso de los carriles bus y de cierta tolerancia para aparcar indebidamente en las aceras. Ventajas todas ellas que contribuyen de forma clara a su subida. Pensamos que este aumento ha de hacernos reflexionar y considerar el impacto medioambiental, la inseguridad generada y la merma en la eficacia de las medidas anticontaminación.

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Artículo de Miguel de Andrés, responsable del grupo de ciclismo urbano de Pedalibre, elaborado a partir de datos proporcionados por el Ayuntamiento de Madrid.

NOTA: el reparto modal al que nos referimos corresponde a la zona interior de la M-30.