El lunes 18 de enero Borja Carabante, responsable del área de Medio Ambiente y Movilidad del ayuntamiento de Madrid, anunció que “los 12,5 kilómetros de carriles provisionales inaugurados durante la pandemia van a quedarse como definitivos por la aceptación que han tenido. Así, en las próximas semanas el color amarillo de la pintura con la que fueron señalados pasará a ser blanco”.
Este anuncio es una oportunidad perdida para comenzar a implementar una verdadera red de carriles bici protegidos y seguros en Madrid que conduzcan a un aumento significativo del uso de la bicicleta como medio habitual de transporte para todo tipo de usuarios de manera inclusiva. El hecho de solamente cambiar el color de la pintura de amarillo a blanco perpetúa los errores de diseño y falta de seguridad de los carriles bici provisionales ejecutados en 2020
La gran mayoría de los mismos son inseguros, pues no cumplen los criterios mínimos de seguridad para las vías en los que se encuentran bajo ningún manual de diseño comprobado y algunos no contemplan los dos sentidos. Durante el medio año en que llevan implementados los carriles bici provisionales hemos comprobado que:
- los coches pasan en el carril contiguo al carril bici a altas velocidades, hasta a 80 km/h, muy cerca de las bicicletas, sin ningún tipo de protección física que asegure la distancia lateral de seguridad en caso de adelantamiento, dé seguridad y percepción de seguridad al ciclista y haga reducir la velocidad de los coches.
- Que al no existir elementos de protección física que eviten la invasión del carril bici, este es invadido impunemente por vehículos de carga y descarga y segunda fila, haciendo que los ciclistas tengan que circular por el carril de circulación general contiguo donde otros vehículos alcanzan hasta los 80 km/h.


Con este tipo de implementación de carriles bici no seguros, la utilización de los mismos por parte de nuevos ciclistas se ve altamente comprometida. En la medida 218 de los Acuerdos de la Villa se establece que el ayuntamiento implementará una red continua y coherente de carriles bici provisionales seguros con vocación de permanencia. Hasta ahora el gobierno municipal está incumpliendo todos los principios fundamentales de dicha medida y pretende hacer permanentes tales incumplimientos:
- implementó un plan de seis carriles bici inconexos que solo suman 12,35 km., alejados entre sí y apenas conectados con la escasa infraestructura ciclista existente, incumpliendo el criterio de que sea una red, continua y coherente.
- Implementó diseños de carril bici inseguros que no están protegidos físicamente con elementos protectores verticales como bolardos, no son adyacentes a la acera y no están protegidos de los coches por ninguno de sus lados, sino que quedan encajonados entre un carril de circulación de coches y uno de aparcamiento.

Pedalibre lleva meses presentando al ayuntamiento propuestas de red ciclista provisional y diferentes opciones de diseño de carriles bici protegidos y seguros, basados en las opciones documentadas en varios manuales de diseño de ciudades españolas y europeas con gran uso de la bici como medio de transporte urbano.
Así, pedimos al ayuntamiento de Madrid que reconsidere su plan de hacer definitivos los actuales carriles bici provisionales manteniendo su falta de seguridad y solo cambiando el color de la pintura en la calzada. Desde Pedalibre demandamos que el proceso de hacer definitivos dichos carriles incorpore una serie de elementos de diseño, fáciles y baratos de implementar, como son colocarlos siempre adyacentes a la acera y separarlos del tráfico de motorizados con bolardos verticales o con un desplazamiento de la propia banda de aparcamiento más el resguardo de seguridad por la apertura de puertas. Solo así el ayuntamiento comenzará a demostrar su compromiso para hacer de la bicicleta un medio de transporte preferente como parte de la nueva movilidad sostenible en la ciudad de Madrid.
