Cinco años después de la aprobación del carril bici Castellana, solo se han realizado 1,5 km y su continuación está paralizada

El próximo miércoles 27 de noviembre hará 5 años de la aprobación en el pleno del ayuntamiento de Madrid de la construcción del carril bici Prado-Recoletos-Castellana. Un carril bici que, según la proposición aprobada, será segregado del resto de la circulación, seguro, protegido, uniforme, accesible, continuo, atractivo, bien señalizado, cómodo, y eficaz; comunicará la estación de Chamartín y La Paz con la Glorieta del Emperador Carlos V y estará construido en el mandato 2019-2023.

La paralización de toda actividad desde la inauguración del primer tramo entre Pza. Castilla y Raimundo Fernández Villaverde al final de la última legislatura, nos llevó en junio de este año a demandar su inmediata continuación con una gran bicifestación y a recurrir al Defensor del Pueblo. La semana pasada recibimos del Defensor del Pueblo el informe emitido en respuesta al mismo por el Delegado del Área de Gobierno de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, en el que el ayuntamiento se compromete a terminar esta infraestructura en este mandato, en el momento que sea más oportuno teniendo en cuenta el presupuesto y la coincidencia con otras obras, de manera que se minimicen las molestias a los ciudadanos. Respuesta muy imprecisa y que supedita la implementación del carril bici a su coincidencia con otras posibles futuras obras en el gran eje norte-sur de las que no hay ninguna noticia. Si a esto le sumamos que los presupuestos de 2024 y 2025 no cuentan con un solo euro para acabar el 69 % del carril bici de la Castellana que queda pendiente y la subsanación de sus deficiencias, las perspectivas de cumplimiento son mínimas.

Cuando el propio ayuntamiento presentó el proyecto de esta infraestructura ciclista, declaró que el carril bici de la Castellana debía convertirse en la columna vertebral de la movilidad ciclista en Madrid, ya que todos los carriles bici existentes conectarán con él.

El final de 2019 fue un momento de esperanza. Se había trabajado mucho para conseguir un acuerdo que podría calificarse como histórico. En 2020 vino la maldita pandemia pero gracias a la alianza de todas las formaciones políticas para crear un Madrid diferente y más sostenible (Acuerdos de la Villa) y a las numerosas ciudades que estaban acometiendo actuaciones de calado a favor de la bicicleta,la apuesta por este modo de desplazamiento parecía definitivo. El impulso a la red ciclista madrileña y al eje ciclista Prado-Recoletos-Castellana, era claro.

Medidas a favor de la bicicleta en los Acuerdos de la Villa 2020

Por fín, Madrid iba a dejar de ser un agujero negro de la bicicleta e iba a ponerse al nivel de otras ciudades europeas.

En abril de 2021, el Área de Movilidad informa de los 6 tramos en que se iba a dividir el eje de la Castellana y anuncia la construcción inminente del primero: entre Raimundo Fernandez Villaverde y Pl. de Castilla.

Pero el ritmo de construcción ya veíamos que no iba según lo previsto. Así, al término del mandato anterior, 2023, tan solo quedó concluido el primer tramo de los seis en que se había dividido la actuación. Además, su construcción tenía claras deficiencias: se olvida su prolongación a la Paz y la estación de Chamartín, no se actúa en Pl. de Castilla quedando aislado el intercambiador de transportes, se interrumpe el carril bici sentido sur-norte, 400 m. antes de llegar a esta misma plaza y no se practican desvíos alternativos ante los cortes del carril bici debidos a las obras de ampliación del estadio Santiago Bernabeu.

En resumen, 5 años para tan solo 1,5 km de carril bici, de los 6,5 km comprometidos el 27 de noviembre de 2019. Y 5 años también para que, tan solo, se construyera un carril bici, el de Gral. Perón, que conectara con el de la Castellana.